Cómo los cuentos ayudan al desarrollo del lenguaje infantil

Los cuentos son una herramienta muy importante en el desarrollo del lenguaje de los niños. Los libros ofrecen un espacio divertido y relajado para que los niños exploren el lenguaje, escuchen nuevas palabras, observen imágenes y se expresen.

Por ello, la lectura compartida es una actividad clave en el desarrollo del lenguaje dado que amplía el vocabulario del niño, fomenta la escucha activa, promueve la comprensión del lenguaje y desarrolla habilidades narrativas.

Sin embargo, ¿de qué manera se puede usar esta herramienta con los niños? A continuación, desde APRes os presentamos una serie de pautas que pueden ayudaros a llevar a cabo la lectura de cuentos:

1. Hacer preguntas sobre las imágenes que aparecen, como por ejemplo preguntando cosas como: "¿Qué ves en la imagen?", "¿Qué está haciendo este personaje?" o "¿De qué color es este animal?".

2. Repetir palabras clave, como por ejemplo si un cuento menciona repetidamente palabras como “gato” o “pelota”, puedes hacer énfasis en esas palabras al leerlas, y pedir al niño que las repita contigo: "¡Mira, es un gato! ¿Qué es? ¡Un gato!"

3. Crear sonidos divertidos, como por ejemplo onomatopeyas como "guau guau", "pio pio", o "rum rum". A medida que exploras las páginas del cuento, intenta incluir estos sonidos para hacer la lectura más interactiva y entretenida. Pregúntale al niño cómo hace el coche o el perro, por ejemplo.

4. Incorporar gestos y movimientos, como por ejemplo si el cuento menciona una acción, como saltar o correr, puedes hacer un gesto y pedir al niño que lo imite. Esto crea una asociación entre las palabras y sus significados a través de la acción.

5. Permitir al niño que participe en la lectura. Para ello se pueden realizar pausas en medio de la lectura y dejar que complete frases sencillas o que repita la última palabra. Esto les da confianza y estimula la práctica del lenguaje en un ambiente positivo.

6. Crear tus propias historias a partir de las imágenes, como por ejemplo si ves un pájaro volando en la página, puedes preguntar: "¿Adónde va el pájaro?" Esta actividad fomenta la creatividad y estimula el habla de manera espontánea.

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A continuación, os dejamos una lista de libros para trabajar el desarrollo del lenguaje con niños pequeños:

• El Pollo Pepe" de Nick Denchfield y Ant Parker. (1-2 años). En primer lugar, es un cuento que capta la atención de los más pequeños. Su formato interactivo, con desplegables, lo hace ideal para trabajar la curiosidad. Mientras lees, puedes jugar con sonidos como por ejemplo "¡pio pio!" cuando Pepe aparece. También es un excelente recurso para que los niños imiten partes del cuerpo, preguntando: "¿Cómo hace el Pollo Pepe con su pico?" Los niños pueden participar activamente y empezar a nombrar partes del cuerpo como "pico", "alas" y "patas", repitiendo palabras que los ayudarán a ampliar su vocabulario.

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• "La ovejita que vino a cenar" de Steve Smallman. (2-4 años) Este cuento es perfecto para trabajar las emociones a través de sonidos y expresiones. Puedes hacer que el niño imite al lobo diciendo "¡grrr!" cuando esté hambriento, y luego cambiar a un suave "¡baa, baa!" para la ovejita. Es ideal para explorar cómo cambian las emociones, preguntándole al niño: "¿Cómo crees que se siente la ovejita ahora?".

• "La pequeña oruga glotona" de Eric Carle. (1-3 años) Aquí tienes un clásico cuento infantil que puedes hacer aún más emocionante con onomatopeyas mientras la oruga come. Cada vez que muerda algo nuevo, puedes decir “¡ñam ñam!” o simular el sonido de masticar "¡crunch!" mientras se come las frutas. Además, puedes hacer un pequeño juego con el niño imitando los días de la semana, preguntándole: "¿Qué comió la oruga el lunes?", y usando los dedos para contar juntos.

• "Monstruo Rosa" de Olga de Dios. (3-5 años) En este colorido cuento sobre la diversidad y la aceptación, puedes jugar con los sonidos para darle vida a Monstruo Rosa. Cada vez que Monstruo Rosa hace algo nuevo, puedes crear sonidos para acompañar sus aventuras, como "¡plop!" cuando cae en el agua o "¡wiiii!" cuando corre feliz por el prado. Puedes preguntar al niño: "¿Cómo crees que suena Monstruo Rosa cuando ríe?" e invitarlo a imitar risas exageradas.

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Resumiendo, la lectura de cuentos infantiles es una de las herramientas más poderosas para estimular el habla en los niños pequeños. Al hacer preguntas, repetir palabras clave, incorporar sonidos divertidos y gestos, puedes convertir la lectura en una experiencia activa y enriquecedora.

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