En casa o dentro de los centros educativos, cada niño es único y debemos considerar factores tan identificativos y personales como su temperamento, habilidades, debilidades, mecanismos de defensa, deseos y nivel cognitivo a la hora de comunicarnos con ellos y educarles.
Los educadores deben priorizar los logros que alcanzan sus alumnos de una forma realista y tienen que evitar cualquier humillación. Es evidente que la autoestima influye en el rendimiento académico, ya que bajas calificaciones y comentarios despectivos de padres, profesor/as o maestr@s es y compañer@s elaboran un autoconcepto nocivo, que llevan al niño a no confiar en sí mismo y en sus posibilidades, a no afrontar el trabajo y a evitar el fracaso. Una baja autoestima conlleva problemas en la estructura mental del alumno, en su atención y concentración, y todo esto termina influyendo notablemente en su rendimiento.
Una adecuada autoestima:
Constituye el núcleo de la personalidad
Nos ayuda a superar dificultades personales y a afrontar los problemas
Nos hace más responsables
Aumenta la creatividad
Determina la autonomía personal
Posibilita una relación social saludable
Garantiza la proyección futura de la persona
Comments