Validar las emociones de tus hijos puede transformar vuestra relación
- Abril Otero
- hace 17 minutos
- 2 Min. de lectura
Cómo acompañar y validar las emociones en niños y adolescentes
Las emociones forman parte de nuestra vida diaria y, aunque a veces pueden resultar intensas o difíciles de comprender, aprender a reconocerlas y expresarlas adecuadamente es clave para el bienestar de niños y adolescentes.

Muchos padres y madres se preguntan: “¿Cómo puedo acompañar a mi hijo/a cuando está triste, enfadado/a o ansioso/a sin empeorar la situación?”.
En todas las etapas del desarrollo, contar con herramientas claras y prácticas puede marcar la diferencia. Por eso, desde APRes Centro de Psicología y Aprendizaje hemos preparado dos recursos descargables muy visuales y sencillos para trabajar en familia: el dado de las emociones y la rueda de las emociones.
El dado de las emociones (6 a 11 años)
Imprimir y armar el dado juntos, como una actividad creativa y divertida.
Por turnos, tirarlo y contar una experiencia relacionada con la emoción que aparece.
Preguntas útiles: “¿En qué momento del día te has sentido así?” o “¿Qué hizo que te sintieras de esa manera?”.
La rueda de las emociones (versión infantil, 6 a 11 años)
Invitar al niño a elegir una emoción en la rueda y explicar cuándo la sintió.
Acompañar con preguntas sencillas: “¿Qué pasó?”, “¿Qué pensaste?”, “¿Qué hiciste con esa emoción?”.
Representar la emoción dibujándola o con gestos.
La rueda de las emociones (adolescentes, a partir de 12 años)
Escoger un momento tranquilo para revisarla.
Señalar 1 o 2 emociones sentidas en el día o la semana.
Profundizar con preguntas: “¿Qué te ayudó?, ¿qué habrías necesitado?”.
Se puede acompañar con música o escritura breve en post-its.
👉 Con adolescentes funciona mejor la invitación y el respeto a su autonomía, evitando la obligación de compartir.
Validar las emociones: la clave del acompañamiento
La validación emocional significa aceptar lo que siente nuestro hijo/a sin minimizarlo ni juzgarlo. No es aprobar todas sus conductas, sino reconocer su experiencia interna y mostrar que tiene valor.
Validar ayuda a que los niños y adolescentes comprendan que:
Sus emociones son normales y legítimas.
No están solos en lo que sienten.
Poner nombre a sus emociones les permite autorregularse mejor.
Ejemplos de frases validadoras:
“Tus emociones no me asustan, estoy aquí para acompañarte.”
“Lo más valiente es poder decir lo que sentimos, aunque sea difícil.”
“Todas las emociones son bienvenidas, incluso las difíciles.”
“Tu emoción no es un problema, es una señal de lo que necesitas.”
Conclusión
Acompañar a nuestros hijos en el reconocimiento y expresión de sus emociones fortalece su bienestar emocional y la relación de confianza con la familia.
Te invitamos a descargar gratuitamente el dado y la rueda de las emociones, y empezar a integrar pequeños momentos diarios de validación y conexión emocional en tu hogar.
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